Decidimos inscribir a nuestro hijo Miguel en Acuarela después de dos meses de decepcionante experiencia con otra guardería muy cercana, que no nos ofrecía ninguna confianza. Cambiarle a Acuarela fue, sin ninguna duda, la mejor decisión que pudimos tomar.
En esta escuela nuestro hijo es atendido con rebosante cariño e infinita ternura. Las instalaciones poseen una calidad extraordinaria, los materiales y juguetes están muy cuidados, el proyecto educativo es de primer nivel, y las educadoras acreditan una amplísima experiencia y una total dedicación. En definitiva, tenemos la absoluta seguridad de que dejamos a nuestro hijo en inmejorables manos.
El centro es alegre y colorido, la gestión es clara y transparente, y los padres tenemos acceso visual a las aulas y total supervisión del trato que reciben nuestros hijos. En la anterior escuela nuestro pequeño salía llorando todos los días; desde el mismo día en que llegó a Acuarela parecía que no se quería marchar, y eso que aquí pasa ocho horas seguidas. Creemos que esto lo dice todo.
En definitiva, recomendamos fervientemente esta escuela a aquellos padres que busquen realmente un segundo hogar para sus hijos.

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