No tengo palabras que puedan expresar todo lo agradecidos que estamos con vosotras por haber reaccionado y actuado de la manera que lo hicisteis el día que Ale sufrió esa crisis en el “cole”. Gracias a que vosotras os dedicáis tanto a ellos, estáis tan pendientes y los conocéis tanto, supisteis que Ale estaba mal y que había que llevarla urgentemente al médico. Todo fue tan rápido y a la vez tan lento, pero ella está bien gracias a vosotras. Recuerdo muy bien que al llegar al ambulatorio me recibió Mamen, que aunque intentaba tranquilizarme estaba también con la cara desencajada. A Ale ya la habían recuperado y a continuación los médicos nos enviaron en ambulancia a urgencias del Hospital de La Paz. Vosotras estuvisteis pendientes todos los días llamando a preguntar por ella. Tenéis un gran corazón y una gran vocación!

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